Entrevista con Elena Ballesteros por la obra «Perfectos desconocidos»

"Me gusta seguir creciendo y no dar por hecho nada, darme el permiso de descubrir e incluso de cambiar de opinión"

Elena Ballesteros entrv

A lo largo de estos 9 años, este pequeño blog me ha llenado de alegrías, me ha enseñado muchísimo y me ha dado la oportunidad de cumplir innumerables sueños, algunos incluso nunca los creí posibles. Hoy ha sido uno de esos días en que uno de esos sueños apuntados en mi libreta imaginaria se ha cumplido: conversar con Elena Ballesteros, una actriz que desde que la descubrí en 1998 ha sido una habitual de mi pequeña y gran pantalla. 

Mi invitada de hoy, se encuentra triunfando sobre los escenarios bajo la dirección de Daniel Guzmán con la obra «Perfectos desconocidos», y aunque es la primera vez que a nivel profesional se sube a las tablas, verla tanto en la pantalla grande como en la televisión ha sido algo constante desde que comenzara como presentadora del popular programa «El Club Disney».

Más tarde, Elena Ballesteros participó en «Más que amigos», para posteriormente meterse en nuestros hogares con su popular personaje en la siempre recordada «Periodistas». Desde entonces no ha parado de trabajar en algunas de las ficciones más reconocidas de nuestro país como son  «Motivos personales», «La familia Mata», «Punta Escarlata», «Ciega a citas», «B&b» o más recientemente «Apaches» y «Cuéntame cómo pasó».

En la pantalla grande la hemos podido ver protagonizando una película que siempre recomiendo como es «La habitación de Fermat», además de otros títulos como «Café solo o con ellas», «Como todas las mañanas» o «Reverso». Y yo hoy, tengo la suerte no solo de hablar con ella sobre su primer trabajo teatral que está agotando localidades de manera continuada en el Teatro Reina Victoria de Madrid, sino que también, hemos hecho un pequeño repaso por alguno de esos títulos que tanto nos ha marcado a todos aquellos que disfrutamos con su talento.

Ahora mismo tenemos la suerte de poder disfrutar de tu trabajo sobre las tablas con la obra «Perfectos desconocidos» en el Teatro Reina Victoria de Madrid, ¿Qué puedes contarnos sobre ella?
Es una comedia dirigida por Daniel Guzmán, que ya sabes que es un gran director con 2 Goyas a sus espaldas y con el que he coincidido trabajando como actor. Están como actores Antonio Pagudo, Alicia Borrachero, Fernando Soto, Jaime Zataraín, Ismael Fristchi e Inge Martín

Nosotros lo que tratamos de hacer es que el público disfrute con nosotros como si estuviese cenando en la casa de Eva y de Alberto, y en un momento determinado, Eva decide que juguemos a un juego un tanto particular: que dejemos todos nuestros teléfonos móviles encima de la mesa y cualquier mensaje, whatssap, mail o llamada, lo que sea, se pone en voz alta y se lee en voz alta para que todos sepamos la información que llega a los móviles.

En realidad, es una reflexión sobre el uso que hacemos de los teléfonos, la privacidad y los secretos. Si conoces realmente o no a las personas que tienes en tu entorno. Surgen mil anécdotas distintas, mil situaciones cómicas aunque no son precisamente ligeras (ríe) sino que de la propia tensión se genera la comedia, osea que es realmente una comedia de situación.

Y cada día, el director siempre nos dice que estemos muy vivos y que dependiendo de lo que pase en escena pues las cosas tirarán para un lado u otro interpretativamente hablando. Así que estamos encantados porque nos da mucha tranquilidad el poder ir y divertirnos, porque cuando estás en un escenario y pasa algo de manera espontánea o tu compañero te dice el texto de una manera que en otro momento hubieses recibido bien y de repente te lo dice de una manera que te resulta una ofensa o que te entra la risa… pues eso es una maravilla, el no tener que hacerlo de una manera rígida y estructurada en exceso.

Quizás eso es una de las cosas bonitas del teatro ¿no? que aunque muchas veces se piensa que la obra para vosotros siempre es la misma, en realidad estáis cambiando cada día… 
Sí, a ver… la estructura siempre es la misma y el texto es el mismo, aunque hay veces que sí que se improvisa, porque de eso se trata la interpretación, por lo menos el método que yo he estudiado, que es que aproveches las circunstancias que tengas en ese momento y tal y cómo te esté dando tu compañero pues lo recibes y lo transformas, porque esa es la verdad del momento y lo que hace que sea único. Entonces eso es lo que ocurre. También te digo que ha pasado de todo: se nos ha caído copas de vino al público, Alicia (Borrachero) se cortó un dedo y al final de la obra tuvieron que llevarla a que le dieran puntos, yo el otro día también me hice una herida en el dedo, se cayó un escalón del escenario mientras bajaba Fernando que armó un estruendo y ya tuvimos que saltar todos para poder salir a escena (ríe)… Así que la obra viva está desde luego (ríe).

La obra la dirige Daniel Guzmán, con quien ya habías trabajado antes pero solo como compañero de interpretación, nunca como director, ¿Qué es lo que más te ha llamado la atención de él como director?
A mi lo que me gusta es que es un gran líder de equipo y consigue que trabajemos todos a una, que no haya egos, que entendamos el trabajo como algo común, que todos somos importantes y que hay que trabajar con mucha disciplina, pero divirtiéndose, porque la disciplina y el rigor no están reñidas con la diversión. Ya que muchas veces, y no solo en la profesión, con eso nos equivocamos. El divertirte no quiere decir que no estés haciendo las cosas de una manera responsable y respetuosa, simplemente haces tu trabajo de una manera más lúdica y divertida, y hace que encima trabajes con más ganas e incluso muchas más horas porque te lo estás pasando bien. Eso ha sido muy importante a la hora de trabajar con Dani.

Y luego que es un grandísimo director. Entiende el código de nuestro trabajo porque es un buen actor también y sabe cómo pedir las cosas, como llegar a una emoción, o en realidad te da permiso de improvisar, algo que también es necesario en nuestro trabajo, porque para poder hacer algo creativo primero tienes que perderte un poco, y dar rienda suelta a la imaginación para luego poder centrarte en lo que hay que contar. Muchas veces los directores se centran en el resultado y no te dan ese permiso de crear, de imaginar… de llenar un poco el personaje para que cuando luego vayas más al resultado haya algo más interesante, porque sino acabas haciendo algo un poco vacío, y Dani siendo actor sabe que eso es muy importante. Así que ha sido un lujo, una maravilla… sigue viniendo de vez en cuando, es súper disciplinado, trabajador… A mi me gusta el rigor y la disciplina también.

¿Podrías describirnos un poco cuál es tu papel en la obra?
Yo soy Violeta, veterinaria, novia de Santi y la última que ha entrado en el grupo. Como tiene mucha inocencia y es muy sincera es la diana para las bromas porque realmente se lo cree. Tiene esa inocencia y esa ingenuidad… es muy graciosa, mete mucho la pata con lo que dice porque no piensa que haya una doblez o que haya algo que ocultar… Es un personaje muy de verdad, muy de frente.

En mi caso eso me ha gustado mucho trabajarlo porque de alguna manera yo asociaba esa ingenuidad o esa inocencia, y fíjate que yo tenía ese prejuicio, a que te faltaba un hervor o a ser una persona que no tiene muchas habilidades sociales… Descubriendo a Violeta me di cuenta que esto no es así, de alguna manera he legitimado esa parte mía que la tengo y mucho. Trabajando esto me he dado cuenta que tengo esa manera de ver la parte buena de todo el mundo, porque a priori suelo fijarme en lo positivo, en lo que el otro me está dando de bueno antes que en lo negativo, la doblez, el colmillo afilado y todo esto…

Si no fuera a Violeta, ¿a qué otro personaje te hubiera gustado dar vida?
Yo creo que a Marina, porque ese personaje tiene una sombra muy importante dentro, entonces conectar con esa parte como actriz es muy enriquecedora. Porque el trabajo nuestro, por lo menos en mi caso, influye mucho a mi vida personal, es muy complicado separar cuando estás en el desarrollo del personaje, en la investigación y el trabajo de mesa, porque lo que estás intentando hacer es ver dentro de ti que partes tuyas pueden servir para ese personaje, que partes tuyas que a lo mejor las tienes súper escondidas o en matices muy pequeños tuyos que no determinan tu personalidad sino que tienes que excavar mucho para encontrarla y dar con situaciones que despierten ese carácter. Adentrarte en toda esa oscuridad me encanta por un lado, pero por otro como sé que me lo tomo muy personal y que trabajo muchas horas, sería un poco perjudicial para mi entorno (ríe), pero yo siempre les pongo en sobre aviso para que no me lo tengan muy en cuenta.

La obra está siendo un éxito de público y crítica, incluso habéis colgado varías veces el cartel de «Localidades agotadas». ¿Cuál ha sido la reacción del público que más te ha gustado?
Que la gente que ha visto la película ve las diferencias, saben que no están viendo una réplica exacta. E incluso gente a la que le ha gustado más que la película y te lo dice a la salida de la función. Sabiendo todos el nivel interpretativo y de dirección de la cinta de Álex de la Iglesia y el resto del elenco (Belén Rueda, Juana Acosta.. y todos los que participan) es un auténtico honor que la gente lo vea de esa manera, y más en teatro que al fin y al cabo estamos como en un plano secuencia casi 2 horas. No hay salida del escenario salvo uno de 10 segundos y el resto estamos todo el tiempo en el escenario. Eso es muy complicado de dirigir por parte de Daniel y de interpretar por nuestra parte porque no puedes desconectar ya que estás ahí todo el tiempo.

Requiere de ese esfuerzo y de que no hay cortes, no hay otro plano que te salve a ti (ríe). Por lo tanto para nosotros es un auténtico honor cuando vienen por la puerta donde salimos a hacerse fotos con nosotros, a darnos la enhorabuena y sinceramente, es un halago porque además te encuentras a personas de todas las edades, y eso también es muy bonito. No es solamente un público determinado, es desde chavales jóvenes a abuelos… Es increíble, estamos muy contentos.

¿Qué es lo que te aporta el teatro a tu faceta como actriz?
Muchísimo. Creo que es de los medios más enriquecedores de cara al desarrollo profesional. Este verano hice un curso y decían que el teatro es el medio donde se forja un actor, porque son todos los días un mismo texto, un mismo personaje, unas mismas situaciones… el hacerlo creíble, vivirlo, hacer que el espectador se sorprenda habiendo hecho ese mismo papel a lo mejor 200 veces y seguir manteniendo viva esa ilusión… el atreverse a descubrir cosas nuevas de personaje cada día.

Tú tienes ya tu personaje creado y puedes decir: «No, de aquí no me muevo». Y me hace gracia, porque es una cosa que podríamos extrapolar a cualquier profesión o a cualquier parte de la vida ¿no?, cuando estamos muy seguros de nuestras creencias, de lo que nosotros somos… y de repente la vida te sorprende y Oye! pues igual creo que me desvío por aquí, o igual estoy descubriendo una parte mía que no conocía. Hay gente que por miedo dice que no quiere ver y siguen con esa determinación cerrada y estricta o, también otras personas que se atreven a descubrir esa parte suya y que se se atreven incluso a cambiar y a tomar otras decisiones. En mi caso eso es lo que me gusta, seguir creciendo y no dar por hecho nada, darme el permiso de descubrir e incluso de cambiar de opinión que me parece mucho más relajado en la vida. Darte ese permiso de que a día de hoy igual esto sí, pero el día de mañana no. No pasa nada. Y eso es lo que te da el teatro.

¿Qué es lo que sientes antes de salir a escena?
Depende del día. Depende de los invitados que tengamos ese día, de la mañana que haya pasado, de lo que nos haya pasado entre los compañeros en camerinos… Depende de muchas cosas. Si viene mi familia y amigos sí que me pongo muy nerviosa, porque hay algo de querer alagar (ríe), de querer que les guste… Tampoco es una cosa que me frene, es algo del comienzo que luego olvidas.

Y luego otros días que nos ha pasado que en el camerino estábamos llorando de la risa y salimos con esa energía en el escenario… Cada vez es un mundo.

Me gustaría hacer un pequeño balance por 2 trabajos tuyos y que me dijeses qué te han aportado a nivel laboral y personal. 

  • Una película que a mi personalmente me encanta, «La habitación de Fermat»: Fue un trabajo súper claustrofóbico en el sentido de que realmente fuimos rodando cronológicamente y cada día aparecíamos en el set de rodaje con la misma ropa, un poco más estropeada y en un decorado que cada vez era más pequeño y con más cosas. Entonces sí que es verdad que gestionar esa angustia, que aunque venía bien para la película, fue complicado… Hubo un día que me dio un ataque de ansiedad.
    También conservo amigos de ese rodaje, sobre todo Rodrigo Sopeña, que hacemos por vernos cada cierto tiempo porque compartimos muchas inquietudes y gustos. Con Luis Piedrahita y su chica Jimena también guardo un cariño especial y por supuesto a mis compañeros de reparto, y el gran Federico Luppi, con el que trabajé 2 veces y quien ya no está entre nosotros, pero del que aprendí muchísimo. Fue una experiencia súper enriquecedora. Luego además funcionó muy bien internacionalmente y sigo a día de hoy recibiendo mensajes de gente de todo el mundo hablando de ella, así que es una suerte haber trabajado ahí.
  • Sé que te han preguntado mucho por este trabajo, pero sabes que es una serie que me marcó y tengo que preguntarte por «Periodistas»: (Ríe) Y yo encantada!! Ese trabajo lo guardo con tantísimo cariño porque verdaderamente fue mi gran oportunidad como actriz y bueno, en muchos aspectos de mi vida porque ahí también fui creciendo. Yo empecé con 16 años en ese trabajo, tenía un año más que mi hija.
    Allí, me trataban con un amor, un cariño y un respeto todos… me tenían entre algodones porque yo era una niña y yo eso lo agradezco. Siempre me daban consejos o me ayudaban con alguna escena que a lo mejor me era más complicada, porque además en esa época no había escuelas de interpretación como tal, entonces lo mío era una cosa muy intuitiva y mi hermana mayor que sí que estaba estudiando me ayudaba.
    Y tanto con José Coronado, a quien yo el día del padre le llevaba siempre una tarjeta y cosas, porque lo adoraba, lo adoro, me parece una persona maravillosa y es un gran líder de equipo. Es tremendo Jose! Un señor súper educado, trabajador… Jamás tendrá el texto sin aprender. Es lo más profesional del mundo!! Muy generoso con los compañeros. Y bueno el resto igual, porque Belén Rueda, Alicia Borrachero, Esther Arroyo, Jorge Bosch, Santi Millán, Unax Ugalde, María Pujalte… que con Maria además yo tenía muchas conversaciones y me ayudó mucho en mi crecimiento personal. O Álex Angulo, que ya no está entre nosotros pero era una bellísima persona, yo creo que no conocerás a nadie que te hable mal de este hombre ni que tuviese un problema con él. Era la bondad con mayúsculas, una persona maravillosa, siempre con una sonrisa y siempre veía el lado positivo de todo. Era un valor tenerlo en el equipo. Así que ¿qué te voy a contar? Para mi fue la experiencia de mi vida profesional con diferencia. Lo recuerdo con todo el amor del mundo porque me dio mucho y me lo sigue dando.

Ahora para acabar, me gustaría invitarte a participar en el tipo test que realizo a todos mis invitados y que es para conoceros un poco mejor. Consiste en que me recomiendes…

– Un libro: Me gusta recomendar libros que la gente pueda leer y se pueda aficionar un poco a la lectura. «Los 3 Mosqueteros» de Alejandro Dumas; «De ratones y hombres» de John Steinbeck; «Frankenstein» de Mary W. Shelley. Esos tres! 

– Una película que hayas visto recientemente: «Todos lo saben» de Asghar Farhadi.

– Un cortometraje: «Madre» de Rodrigo Sorogoyen. 

– Una serie de TV a la que estés enganchado: «This is Us» que me fascina y «Juego de Tronos». Que no tienen nada que ver una con otra (ríe).

– Una obra de teatro que hayas visto recientemente: «Jauría» de Teatro Kamikaze.

Gracias Elena por regalarme tu tiempo y sentarte en este Patio de Butacas para hablarnos sobre este nuevo trabajo teatral y hacer un pequeño repaso de tu carrera. Te vemos sobre las tablas del Teatro Reina Victoria de Madrid con la obra «Perfectos desconocidos». 

** Fotógrafo: Antonio Fernández **

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