Tuve la suerte de poder conversar con ella por primera vez en 2014 cuando presentaba en Barcelona ‘La vida resuelta’, una de las obras con la que más me he reído en estos últimos años… Pero también ha protagonizado diversos montajes como ‘Hoy no me puedo levantar’ o ‘En tu fiesta me colé’ de Nacho Cano, y más recientemente ‘Volvió una noche’, obra con la que estuvo de gira antes de la pandemia.
Ha participado en películas como ‘Tarde para la ira’ de Raúl Arévalo, y también ha protagonizado videoclips de artistas de la talla de Andrés Suárez y Pablo Alborán. Además, cuenta con el Premio Actriz Revelación en los Premios Gran Vía de los musicales y forma parte de la historia de la televisión de nuestro país por diversos trabajos entre los que destaca su papel en ‘Tierra de lobos’.
Ahora, tenemos la suerte de disfrutarla todos los martes de Mayo y Junio en el Teatro Lara de Madrid con la obra ‘Solitarias de estreno’.
Ella es Berta Hernández.
¿Cómo estás?
Afortunadamente estoy muy bien. Como todo el mundo estoy un poco cansada de esta situación que pesa mucho porque es algo muy complicado, pero yo soy una afortunada porque nadie directo de mi familia se ha puesto enfermo ni hemos sufrido ninguna pérdida, y eso ya es mucho con todo lo que estamos viviendo.Pero sí es verdad que que soy de fuera y llevo más de un año sin poder pisar mi tierra… Entonces estoy deseando que nos vacunemos ya todos y podamos volver a la normalidad normal, no la nueva, sino a la que teníamos antes (ríe).
Sí, porque a mi este nuevo concepto de «nueva normalidad» me da un poco de rabia…
Sí, es un poco anormal, pero tenemos que adaptarnos a lo que estamos viviendo y todos estamos aprendiendo a vivir y a gestionar todo lo que nos está pasando, tanto emocionalmente como laboralmente y en todos los ámbitos de la vida. Es lo que nos toca. Lo estamos viviendo para aprender algo que teníamos que aprender seguro, y cada día un pasito más cerca de poder abrazarnos que eso es muy importante.
Volvemos a verte en el Teatro con la obra ‘Solitarias de estreno’ ¿Qué puedes contarnos sobre ella?
Es una obra muy especial y que llega en un momento muy especial para todos. Para mi es un regalo poder estar haciendo esta función cuando la gente necesita esa desconexión y esa manera de dejar de pensar en lo único que estamos pensando todo el rato que es lo que estamos viviendo.
Cuenta la historia de dos chicas, Lucía y Cris, las protagonistas de esta historia, que se conocen en el coro de la iglesia de su pueblo, se enamoran y deciden venirse a Madrid para poder vivir en libertad su amor, desarrollarse como pareja y también como personas independientes.
Es una función que es una montaña rusa emocional. Empieza con muchísima comedia y luego pasa por muchos sitios que a todos nos toca. Y seguro seguro seguro, que nos vemos reflejadas en algo de lo que está viviendo alguno de los dos personajes, porque todos hemos pasado por ahí (ríe).
Y precisamente de tu personaje quería preguntarte ¿Cómo te ha transformado?
Yo creo que Lucía es una chica muy honesta que es capaz de vivir todo lo que le está pasando a su tiempo y en su momento. Alguien que no tiene miedo a sentir y va con todo para adelante. Es lo que hablábamos al principio, de que si vivimos algo es porque tenemos que sacar un aprendizaje y yo creo que ella aprende mucho de cada situación y también aprende de Cris.
Yo, en mi caso como actriz, estoy aprendiendo mucho de Paula (Berenguer), mi compañera. Es una gozada trabajar con ella y las dos nos retroalimentamos mucho y hacemos que nuestros personajes crezcan de lo que nos damos la una a la otra en escena.
Con tus compañeros de profesión me gusta mucho hablar del poder transformador del teatro. Y creo que además, esta obra que nos presentas es quizás más ahora necesaria que nunca.
Sí. Mira una de las cosas que a mi me movió a ser actriz desde pequeña, aparte de porque me gusta mucho el arte, cantar y subirme a un escenario, es por llevar un mensaje a la gente. Al igual que la música que tiene un poder transformador y tiene un poder de pegar un pellizquito, de remover conciencias…
Y esta obra podía ser la historia de dos chicos, de una chico y una chica, pero es la historia de dos chicas y creo que estamos en un momento que es muy importante visibilizar el amor en cualquiera de sus formas y creo que esta función lo consigue. Es una historia muy tierna y que te llega tanto que incluso ni siguiera te planteas que son dos chicas lo que están viviendo eso. Creo que llega en un momento muy crítico que estamos viendo. Estamos evolucionando mucho y dando muchos pasos, pero desgracidamente hay noticias todos los días de homofobia y estas cosas que no duelen tanto. Y creo que la función tiene ese poder de llegar a la gente con este mensaje de libertad.
Ojalá, porque aunque como tú dices, aunque cada día estamos más cerca, todavía siguen llegando mensajes de odio y espero que con este tipo de trabajos se abran las mentes…
Sí, al final lo único que estamos intentando encontrar es una normalidad, una igualdad y para eso hay que visibilizar. No se puede seguir escondido como en otros tiempos, hay que dar la cara y contar historias reales que vivimos nosotros. Hay amores de todo tipo.
Y qué hay más bonito que el amor…
¡Hombre por favor! El amor siempre por encima de todo (ríe).
Ya lleváis unas cuantas funciones a vuestras espaldas. ¿Cuáles son las reacciones que más te están llegando?
Pues ¿sabes qué pasa? que ahora con la pandemia en el teatro cumplimos con un protocolo estricto de seguridad porque como siempre decimos, la cultura es segura y hacemos que sea segura. Entonces como va todo el mundo con mascarilla es como otro código donde tú tienes que entender y reconocer al público y cómo le llega el mensaje de la obra. Antes tú les mirabas a la cara y veías una sonrisa… Ahora es a través de los ojitos donde vas viendo cómo reciben todo lo que les vamos dando y es muy emocionante porque hay una escucha brutal.
Al principio en las primeras funciones estábamos que no sabíamos si les estaba llegando o no porque no les veíamos las caras, pero luego entendemos que no, que simplemente es otro código, que les está llegando y además, el aplauso del final es de agradecimiento porque yo creo que todos estábamos muy faltos de poder ir al teatro, de desconectar y de vivir la cultura en vivo.
Yo creo que la respuesta del público está siendo muy positiva, nos están acompañando en cada función y de hecho, hemos renovado una segunda temporada porque el público lo ha pedido. Así que muy contentas la verdad.
La obra está descrita como un viaje emocional con momentos dolorosos pero sanadores al mismo tiempo. ¿Cómo ha sido para ti este proceso de creación y además en momentos como los actuales en donde estamos todavía más sensibles que nunca?
Ha sido muy emocionante desde el primer momento en que nos pusimos a ensayar porque todo llegó muy rápido. Esta obra la hice hace años en Microteatro y le comenté al director que contase conmigo si en algún momento montaba la versión larga, y así lo hizo. En diciembre me llamó, le dije que sí y miré como podía compaginarlo con otras cosas que estaba haciendo. De pronto nos pusimos a ensayar y fue muy emocionante porque la obra también tiene mucho peso y por vernos otra vez subidas a un escenario con un público.
Además, las canciones de Juan Carlos son tan maravillosas que había un momento que yo le decía a Paula (Berenguer) que no iba a poder cantar porque tenía un nudo en la garganta y me caían unos lagrimones… (ríe). Teníamos que cantar mucho para poder cantar las canciones bien. Era muy emocionante porque era un agradecimiento constante a todo lo que pasaba por dentro nuestra en la función y por esa posibilidad de volver a estar montando una obra de teatro para mostrarla de nuevo ante un público otra vez.
¿Recuerdas cómo fue ese primer día en que volviste a subirte a las tablas tras el confinamiento?
Sí, claro que lo recuerdo. Yo normalmente no suelo ponerme nerviosa. Actúo a la inversa porque me concentro tanto y estoy tan conciencia de lo que voy a hacer que me pongo nerviosa cuando acabo la función, pero recuerdo que este día era una emoción constante y el hecho de sentir al público y ponerte ahí delante…. Tenía tanta emoción que no sabía como iba a poder cantar.
Salir y sentir los focos, sentir el olor del teatro que es un olor muy particular y aunque viese a la gente con mascarilla, ya el hecho de poder pararte delante de ellos y decir: ¡Aquí estamos, otra vez! La verdad que fue un momento bastante emotivo, de estas cosas que no se van a olvidar nunca.
Y además todos estas canciones de las que estamos hablando, se van a poder escuchar en un disco que verá la luz en Junio…
Sí, ya ha salido el primer single ‘Los peores’ que está en todas las plataformas (iTunes, Spotify…) y poco a poco irán saliendo el resto hasta que se lance el disco entero. Y es que nosotras acabábamos la función y el público nos pedía las canciones y nos preguntaban dónde podían escucharlas porque son muy bonitas, son una maravilla y es un gustazo cantarlas. Y de tanto escuchar la petición decidimos grabarlas para quienes las quieran escuchar.
En Semana Santa nos metimos con Nico en ‘La Cebra Azul’ que es un estudio maravilloso. Todos con nuestras pruebas de antígenos nos encerramos ahí tipo convivencia y grabábamos hasta en pijama porque el estudio estaba dentro de la casa. Entonces, te levantabas, te hacías tu cafelito y te ibas a la pecera a cantar (ríe). Y la verdad que fue una gozada poder grabar el disco y poder disfrutar de los compañeros, porque ahora en el momento que estamos viviendo, cada mínima cosa se disfruta el triple. Hacer la maleta para salir dos días de tu casa es como irse de campamento de verano (ríe). Así que el disco fue el colofón del regalito del musical, y ahí estará para todos vosotros, para que lo escuchéis.
Quien te siga, sabe que has trabajado tanto en el ámbito musical como en obras como en la que tú y yo nos conocimos como fue ‘La Vida resuelta’, que no tiene nada de ese estilo. ¿Cuando te preparas un personaje, difiere cuando es un musical o va más bien en el papel y no en el género musical?
Normalmente me gusta primero aprenderme las canciones muy bien. Soy muy estricta a la hora de ver si tengo que hacer coros, de aprenderme las voces, el tempo… Para interiorizarlas bien. Y una vez que empiezo a poner en pie el personaje llevo muy trabajado eso para poder jugarlas. Porque para mi, lo más importante cuando un personaje tiene que aportar algo cantando es la interpretación, que vaya muy afinado todo, lo mejor cantado posible y que transmita, que no haya un corte muy drástico entre el texto y cantar luego una canción, sino que fluya y que tenga coherencia. Por eso intento prepararme muy bien la parte musical para una vez que me ponga a trabajar pueda fluir todo.
Ahora para acabar, me gustaría invitarte a participar en el tipo test que realizo a todos mis invitados y que es para conoceros un poco mejor. Consiste en que me recomiendes…
– Un libro: ‘La biografía del silencio’ de Pablo d’Ors.
– Una película que hayas visto recientemente sin importar época o plataforma: ‘Nomadland’.
– Una serie de TV a la que estés enganchado: ‘El cuento de la criada’.
– Una obra de teatro: ‘Johnny Chico’ de Victor Palmero, que está los fines de semana en el Teatro Lara. Víctor es un actor brutal y está maravilloso.
Y recomendamos por supuesto ‘Solitarias de estreno’ que está en el Teatro Lara los martes hasta Junio.
Sí, los martes a las 19:30h que es un día muy bueno porque hay menos opciones para elegir y estamos ahí en el Lara. Y allí os esperamos.
*Fotografía: Web K-One
