‘El Gran Emigrante’ de Manu Sánchez

"El Cartuja Center de Sevilla se llena para aplaudir lo nuevo del artista sevillano"

El gran emigrante_ManuSanchez

Anoche viví una de las mejores noches que me ha regalado el teatro. Reí hasta llorar y fueron dos horas que pasaron como si fueran cinco minutos. Anoche volví a disfrutar del talento de un gran artista que provocó que a mitad del espectáculo me diese cuenta que me dolía la mandíbula porque desde hacía una hora no había parado de reír.

Comenzaré confesando que admiro a Manu Sánchez por muchos motivos, pero podría resumirlo diciendo que es un claro ejemplo de la multidisciplina, que es capaz de usar el humor por bandera para decir verdades como puños y que a través de su reflexiones nos invita a todos a ser mejores personas. Él es generoso, ejemplar, divertido, sincero y profesional hasta decir basta. Por todo eso, yo solo puedo darle las gracias por hacerme disfrutar con cada trabajo, por defender Andalucía frente al mundo y por crecer con cada nuevo proyecto que nos presenta, ya sea televisivo, literario, radiofónico o teatral.

Pero hoy vengo a hablar de su nuevo trabajo teatral, ‘El Gran Emigrante’, que arrancaba su tercera función en el Cartuja Center de Sevilla y lo hacía con otro «Sold Out» colgado y tras haber añadido una actuación extra el sábado a petición popular. Además, lo hacía con muchas expectativas creadas. Manu Sánchez, Sevilla, lleno absoluto y habiendo conseguido el respaldo absoluto del público en sus tres trabajos anteriores. Sinceramente, sabía que iba a reírme y sobre todo, que iba a disfrutar, porque Manu es así, sabe ganarte, sabe como llegarte y nunca hasta la fecha me había defraudado. Un claro ejemplo que cuento siempre, es que lectores de este blog me han confesado que habían ido a alguna actuación suya como acompañante, pero que tras haberlo visto en directo, ahora quieren repetir… Y es que este comunicador es así, tiene ese don. Por eso sabía que muy mal tenía que ir la cosa para no disfrutar como lo hago cada vez que le veo, pero nunca pensé que ‘El Gran Emigrante’ se convertiría en uno de mis montajes favoritos.

Y a las 19:35h el telón de uno de los espacios culturales referencias de los últimos años en Sevilla se levantaba y los allí presente ya empezábamos a dibujar una sonrisa en la cara. Manu Sánchez, uno de los artistas andaluces más queridos salía a escena con una de las escenografías presentadas más peculiares hasta la fecha (no spoilers).

Y es que ‘El Gran Emigrante’ es especial por muchos motivos. Primero porque dispone de un ritmo ejemplar, dos horas de espectáculos en los que no hay una caída del mismo en ningún momento. Un equilibrio de sketch con pausas necesarias para aplaudirlos y en donde aunque seas un habitual de los monólogos de Manu, no importa, sus bromas pueden ser mencionadas pero no están manías. No son explotadas, y eso para quienes le vemos con asiduidad se agradece, porque siempre sorprende. ¿Bromas recurrentes? sí. ¿Uso continuado del mismo monólogo? no, y ahí es donde se ve la ingeniosidad del humorista. Porque innovar siempre no es fácil, y aquí, una vez más, él lo consigue.

Además, este nuevo trabajo demuestra la fortaleza física y mental del artista único en escena que no para durante las dos horas que permanece el espectáculo. Un show donde se reflexiona sobre la política y la actualidad social, usando la empatía y el humor como principales armas.

Por eso acabo diciendo que a Manu Sánchez habría que ir a verlo por lo menos una vez en la vida, porque es curativo, porque te salva de cualquier día triste, porque te hace pensar usando la gran herramienta mágica del humor inteligente y porque en resumen, es uno de los mejores artistas que hay en Andalucía, y también en España.

Así que yo desde aquí, solo puedo pediros que lo disfrutéis ya sea a través de la televisión, de su libro ‘SurNormal Profundo’, a través del podcast o en directo en los próximos meses con ‘El Gran Emigrante’. Medios no os faltan…

Y cierro, dando una vez más las Gracias a Manu y 16 escalones por hacer de Andalucía y del mundo, un lugar mucho más divertido y sobre todo, más empático.

 

 

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