Qué alegría llegar a un teatro media hora antes del inicio de la función y ver que a sus alrededores ya está el público ansioso de que dé comienzo el espectáculo. Qué bonito es volver a un teatro con opción de aforo completo y comprobar en primera persona que está así, prácticamente lleno. Y qué felicidad tan grande viví cuando la llegada el miércoles de El Abrazo a Valencia provocó colas y colas a las puertas del Teatro Olympia.
Esta producción de Jesús Cimarro y Pentación Espectáculos narra el encuentro de Rosa y Juan, ambos de avanzada edad que tras años sin verse coinciden en un centro comercial en plenas navidades. Un abrazo les junta de nuevo tras décadas sin encontrarse y en donde cada uno tomo su propio camino. Después de este rato juntos y esa conversación sobre lo que podían haber sido y no fueron y sobre la vida que ambos deseaban haber tenido juntos pero que nunca tuvieron, aparece un extraño y feliz hombre en la casa de Rosa, ¿Quién es? ¿Es real o un sueño?
El Abrazo es una de esas obras que sabía desde hace mucho tiempo que quería ver. Y es que la suma de los factores Magüi Mira a la dirección, Maria Galiana en el cartel y Pentación Espectáculos en la producción son el combo perfecto para conseguir un montaje de esos que sabes qué tienes que ver sin saber ni siquiera cuál podía ser el argumento. Maria Galiana, al igual que este montaje, son un claro ejemplo de la definición de «ternura», de amor incondicional y nunca mejor dicho, de querer abrazar. La actriz sevillana desprende ironía, humor, ternura, pasión por su profesión e ilusión en tan solo 75 minutos de espectáculo. Ella, todo el tiempo presente en escena es una actriz que enamora, a la que quieres sin haberla ni siquiera conocido en persona y a quien hay que ver siempre que se pueda encima de un escenario. Personalmente, hacía 15 años que no la veía, desde ‘La casa de Bernarda Alba’ de Amelia Ochandiano en 2006, cuando yo casi acababa de empezar a acudir al teatro. Ahora, volver a verla en un cambio de registro tan diferente, después de tanto tiempo y con un espectáculo con ella como epicentro, para mi ha sido muy mágico, ha sido volver a disfrutarla y volver a enamorarme.
Pero mi paisana no está sola en el escenario, junto a ella nos encontramos al reconocido actor Juan Meseguer, encargado de poner el toque más humorístico y también de sacar de sus casillas al personaje interpretado por Galiana. Y junto a ellos Jean Cruz, como el desencadenante de esta curiosa historia en donde no sabes qué es lo que realmente está pasando. El joven actor, curtido sobre todo en obras de Microteatro, proyecta la ilusión de un niño pequeño y la luz de ese ser mágico que no sabes qué papel está jugando. Y los tres juntos forman un bonito equipo en donde la risa, la ternura, la ilusión y el amor verdadero está presente en todo momento.
Sí, El abrazo no es la típica obra de amor, ni familiar, ni siquiera es el típico montaje que entiendes a los 10 minutos de que se levante el telón. Pero es que quizás esa es su magia. Que al igual que sus personajes, tú tampoco entiendes qué es lo que estás viviendo ni quién es realmente el personaje de Jean. Pero como tiene un ritmo tan ágil, una dirección tan bien tratada y un elenco tan maravilloso acabas disfrutando cada uno de los minutos que dura el espectáculo. Porque entre el amor, la risa y la ilusión que desprende este montaje de Magüi Mira, 75 minutos te parecen muy pocos.
