Para mi, ver simplemente el cartel de Animales de compañía me hizo ser consciente de que tenía que acudir a disfrutar de esa obra sí o sí. Daba igual la trama, la fecha o la duración de la misma. Mónica Regueiro, Carmen Ruíz, Laura Galán, Jorge Suquet e Iñaki Ardanaz en una misma producción y dirigidos por Fele Martínez, es uno de esos eventos que no puedes perderte.
Y es que, el nuevo montaje de Producciones Off y Vania Produccions, en coproducción con Pentación Espectáculos y Bitò nos sitúa en algo tan normal como puede ser una cena entre amigos, un encuentro organizado para hacer uso de esa amistad de toda la vida y «ayudar» a una de las grupo que vuelve a casa…
Y a través de esta historia de la cual no voy a desvelar más, se nos muestra sutilmente, y quizás sin darnos cuenta ese lado más egoísta del ser humano, esas amistades no tan reales, aquellas que muchas veces te planteas si sigues en ellas por rutina, por miedo al confrontamiento por acabar con una etapa y un círculo de tu vida, o verdaderamente continúa por ese amor real entre amigos de toda la vida. Animales de compañía es una reflexión sobre la mistad y quizás también sobre el interior de las personas, sobre el egoísmo, el amor y la generosidad. Es un espectáculo perfectamente coreografiado que sabe cómo mantenernos atentos a cada línea, a cada movimiento, y con el que apenas setenta minutos son suficientes para contar una historia, engancharnos y hacernos disfrutar de un montaje en donde sus intérpretes se dejan la piel y sudan hasta la última gota de su cuerpo.
Sí, esta obra es vivir muchas cosas emocionantes en poco más de una hora… Es ver a Carmen Ruiz en directo, que es un regalo de la interpretación, una demostración constante del talento tan grande que tiene y con el que a través de cualquier frase, por breve y sutil que sea, es capaz de hacernos reír o de emocionarnos. Ella solo necesita apenas tres palabras y un pequeño hilo de voz. Nada más. O disfrutar de Mónica Regueiro encima de un escenario, que es la manera más directa y clara de sentir el amor tan grande que tiene por su profesión y el talento que tiene como actriz y como productora. Ver a Mónica es sentir desde la butaca lo que es dejarse el alma encima de un escenario. Sí, Animales de compañía son muchas cosas especiales a la vez, como también es poder ver por fin a una actriz tan impactante y que tan enamorada me tiene como es Laura Galán, y confirmar esas sensaciones, o descubrir por suerte a un intérprete como Iñaki Ardanaz, y por supuesto, ver a Jorge Suquet, ese actor que por más roles que interprete, creo que nunca dejará de sorprenderme y cautivarme.
Por eso, y dejando a un lado el amor que siento por un montaje como este y todo lo que hay detrás, Animales de compañía habla por si sola, y para descubrirlo podéis acudir al Teatro Bellas Artes de Madrid, en donde continua semana tras semana, día tras día, recibiendo el calor del público, y de la profesión, algo que hace indicar, que no es mi corazón solo el que habla, sino que el talento teatral en directo y que tan bien ha dirigido Fele Martínez habla por si solo.