Querida Chanel:
Hace demasiado tiempo que no me siento con calma a escribir y ahora que ya van a hacer dos semanas desde que dejaste al mundo impactado con tu actuación, creo que volver a sentarme en mi pequeño patio y hacerlo para dedicarte unas líneas en forma de carta es la mejor decisión…
Todavía recuerdo nuestro primer encuentro “virtual”, fue durante el confinamiento y me regalaste una de las conversaciones más divertidas y espontáneas que he tenido nunca. Tanto, que a día de hoy, muchas personas todavía me la recuerdan y me hablan de ti. Ellas te recuerdan con cariño y yo como el día en el que me enamoraste con tu forma de ser.
Luego, cuando un año más tarde os hable a Ana y a ti del proyecto en el que andaba metida y rápidamente me dijiste que sí… Fue magia y un regalo que no olvidaré nunca. Tu ilusión por estar en él y tus ánimos para que lo sacase adelante fueron una recarga de energía para creerme que podía hacerlo, que merecía la pena intentarlo… Tanto, que hoy en día sigo trabajando en ese proyecto y son muchas las ocasiones en las que me vienen tus palabras de ánimo y de ilusión a la cabeza y las cojo para seguir adelante y acelerar. Porque, quizás no lo sabes, pero contagias ilusión Chanel, inspiras con tu perseverancia y disciplina y a mi, me llenaste y me sigues llenando de fuerza para esos momentos donde más cuesta pelear por lograr que los sueños que cada una tenemos, vean algún día la luz.
Ahí, en esa conversación que me regalaste, no solo descubrí un poco más a Chanel y toda la historia del trabajo y constancia que llevas desde pequeña a tus espaldas, ese día también me reí en confianza y sobre todo, APRENDÍ. Sí, aprendí con mayúsculas. Aprendí lo que significa ser disciplinada desde jovencita, perseverante con tus sueños, sacrificada para poder llevar a cabo los objetivos que perseguimos… Esa mañana conocí a una mujer llena de humildad, divertida, espontánea, empática, valiente y con unas interminables ganas por conseguir sus sueños por muy lejanos que a veces pueden parecer, porque lo importante es intentarlo. Ese día me llevé de regalo lecciones que un año después, aún llevo conmigo en mis proyectos y en mi día a día. Hoy, te recuerdo como una de las personas claves para luchar y creer en mis ideas locas.
Y por eso, cuando sucedió lo del Benidorm Fest me enfadé muchísimo. No entendía como todas esas personas no eran capaces de ver a la artista que tenía delante, me impactaba mucho la desgana que muchas veces se tiene por no querer saber. No comprendía como alguien podía permitirse el lujo de no querer descubrir a Chanel Terrero y lo increíble que es. Sinceramente, me frustré y pensé mucho en cómo estarías. Estaba triste por ti y no supe muy bien qué hacer… Lo siento mucho.
Luego llegó el 14 de mayo… Nunca me había visto Eurovisión entera, ¡jamás! Ni siendo de la generación de OT y seguidora de algunos de los cantantes que han ido al festival… Pero es que este año era totalmente diferente. Esa noche, sabía que tenía que verlo por muchos motivos… Por un lado, porque de alguna manera, quería mandarte mis energías, quería apoyarte como tú me apoyaste todas esas veces en las que yo lo he necesitado… Y por otra, porque tenía muchas ganas de ver en directo como ibas a dejar al mundo impactado con tu talento y el universo caería rendido a tus pies… No tenía ninguna duda. Y ¡qué feliz fui! Qué increíble fue cuando personas de mi alrededor me escribieron para decirme: «Me equivoqué con Chanel» o «Tenías razón, es una artista…». Qué bonito fue ver tu cara de felicidad y la de tus bailarines no solo durante las votaciones, sino todos los días que han ido llegando… Qué grande eres y cuánto te mereces todo lo bonito que te está llegando y lo que estoy segura que te seguirá llegando. Porque ¿sabes qué? que el otro día busqué la palabra «Artista» en el diccionario y dice lo siguiente: «Persona que hace algo con suma perfección». Y ahí, estás tú, nunca lo olvides.
Y cierro estas líneas dándote las gracias por ser ejemplo y no rendirte a pesar de todo lo que has tenido que soportar estos últimos meses. Quiero darte las gracias por seguir siendo como tú eres, por estar a mi lado desde el principio y por inspirarme con tus palabras de ánimo. Gracias por tener esa actitud ejemplar no solo estos últimos meses, sino desde que ibas a las clases con Jenny. Gracias por ser como tú solo eres, Chanel. Gracias.
*Foto: tomada de la web de su representante https://www.analopezactores.com
