Hoy se sienta en este Patio de Butacas un artista que creo que podría reflejar perfectamente la definición de la multidisciplina. Paisano formado en la Escuela de Teatro Viento Sur y en el Centro de Estudios Escénicos de Andalucía, ha trabajado junto a Carlos Álvarez-Novoa, Miguel Narros o Adriana Ozores, y entre sus trabajos como actor destacan títulos como “Divinas Palabras” o “El auto de los inocentes”.
También ha colaborado con directores como José Carlos Plaza o Juan Echanove y su debut en la dirección llegó con “The WildCat» de Penella.
Ahora, y durante este fin de semana podremos ver en el Festival de Almagro, su nuevo trabajo “Canciones de amor, de desamor y de piratas”, en donde ha reunido a artistas de la talla de Manuela Velasco, Marisa Paredes o Alberto San Juan
Él es Jorge Torres. Muchas gracias por tu tiempo y tu visita Jorge.
Antes de nada ¿Cómo estás? Y más estando a tan escasos días de que se presente en el Corral de Comedias del Festival de Almagro este nuevo trabajo.
Estoy muy bien y muy ilusionado con este proyecto, que ya fue estrenado el día 15 de julio en el Festival Grec en Barcelona. Solo puedo estar agradecido a la Compañía Nacional de Teatro Clásico y a Lluís Homar por confiar en mí para dirigir este proyecto. Estar al lado de este increíble elenco de actores y actrices con los que me he criado viendo sus películas y obras de teatro es un privilegio. Además, volver al Festival de Almagro, donde ya tuve la suerte de trabajar como ayudante de dirección en un par de producciones («Antonio y Cleopatra» y «Adolfo Marsillach soy yo”), y estrenarme ahora como director en un espacio tan emblemático como es el Corral de Comedias, es un sueño que al mismo tiempo da un poco de vértigo.
Como decíamos, llega “Canciones de amor, de desamor y de piratas” en donde juntas la poesía romántica de Bécquer, Rosalía de Castro o Àngel Guimerà y también música de la mano de Xavier Albertí o la voz de María Hinojosa Montenegro. ¿Cómo nace este proyecto?
El proyecto nace de la Compañía Nacional de Teatro Clásico. Xavier Albertí, dramaturgo de la CNTC, en un viaje a Nueva York descubre unas partituras del Bel Canto Español con las que se queda fascinado e idea un espectáculo basado en esas canciones y en grandes poemas populares del Romanticismo Español. Al ser el centenario de Guimerà nos sumergimos también en la poesía catalana, lo que nos permite escuchar diferentes lenguas en el espectáculo, por lo que estoy muy contento. Somos un país riquísimo tanto en lenguas como en acentos y debemos estar orgullosos de nuestro patrimonio.
“Canciones de amor, de desamor y de piratas” se podrá disfrutar los días 27 y 28 en el Festival de Almagro, pero luego, ¿hay opción de que siga girando y pueda verse en más ciudades?
¡Ojalá! Nunca se puede decir que será la última función, porque nunca se sabe. Pero creo que será difícil que se vea en más ciudades porque contamos con un gran elenco de actores y actrices y sus agendas son muy apretadas y complicadas. Pero ojalá encontremos entre todos un hueco y pueda volver a verse.
¿Cómo ha sido el proceso de creación de un espectáculo tan versátil, con tantas colaboraciones y a través de diferentes áreas?
Ha sido un proceso fácil y muy placentero. Trabajar con la Compañía Nacional de Teatro Clásico es un privilegio y sus múltiples equipos facilitan mucho el trabajo. Tuvimos unos días previos para adentrarnos en la poesía y trabajar con Vicente Fuentes, maestro de la palabra y asesor de verso. Siempre es un placer trabajar la palabra y el verso de forma tan minuciosa. El trabajo con los actores y actrices, (Marisa Paredes, Natalia Menéndez, Manuela Velasco, Lluís Homar, Alberto San Juan, Pere Aquillué), pianista y dramaturgo (Xavier Albertí), cantante (María Hinojosa), iluminador (David Bofarull), diseñador de vestuario (Pier Palolo Álvaro), ha sido verdaderamente enriquecedor y desafiante al mismo tiempo. Desde el principio, queríamos que este espectáculo no solo fuera una presentación de poesía y música, sino una experiencia inmersiva que combinara ambas disciplinas de manera armoniosa.
¿Y el proceso de documentación? Porque entiendo que elegir versos de tantos autores tan importantes no ha sido fácil y a veces el corazón puede primar…
He tenido la fortuna de que para este proyecto, creado por la Compañía Nacional de Teatro Clásico, los textos ya estuvieran elegidos con gran maestría por el dramaturgo de la compañía, Xavier Albertí, tras un laborioso proceso de documentación. Lo mismo ha ocurrido con la recuperación de algunas de las partituras del bel canto español, música de grandes compositores y compositoras del siglo XIX (Paulina Cabrero, Manuel García, Joaquín Espín…) de las que estoy seguro que el público se enamorará. Mi proceso de documentación llegó después para estudiar los porqués, la profundidad de esos autores y de esa poesía y eliminar de mi cabeza algunos prejuicios y clichés de una poesía tan mal aprendida en el colegio. Redescubrirla y enamorarme de ella ha sido un goce. Ha sido como parar el tiempo, evadirme de un mundo tan tecnológico y conectar con la belleza y la profundidad de la poesía.
Me provoca mucha curiosidad saber cómo se han creado las colaboraciones… ¿las tenías ya en la cabeza para cada verso, fueron peticiones suyas o se han ido intercalando con opción a ser modificables en un futuro?
La CNTC pensó en esas colaboraciones, y ¿qué iba a decir yo? Una compañía te da esos nombres y solo puedes dar las gracias y ponerte a trabajar para estar a la altura porque te acaban de regalar el mejor elenco de tu vida.
Es un elenco con una gran experiencia en recitales de poesía. Tuvimos varias reuniones y estudiamos cuál sería el mejor reparto para los poemas y para darle forma de espectáculo. La estructura del espectáculo es una estructura cerrada y de momento no tenemos futuras fechas previstas, (aunque ojalá salgan) pero en el teatro como en la vida nunca se sabe, todo es modificable y adaptable.
Estudiaste en el Centro de Estudios Escénicos de Andalucía en donde coincidiste con José Carlos Plaza con quien además desde 2010 colaboras en su equipo de dirección, ¿cómo ha sido el proceso de retroalimentación que ha surgido entre ustedes? ¿Qué crees que os habéis aportado mutuamente, a tu faceta como director, así como autor y actor?
José Carlos Plaza es mi Maestro desde que comencé mi formación en esta profesión. Yo nunca pensé que podría dedicarme a ello, ya que venía de estudiar otras carreras (enfermería y fisioterapia) por lo que no tenía pretensiones de trabajar como actor o director pero quería aprender a toda costa, por lo que le pedí ver ensayos de varios de sus montajes. No sé qué vería él en mí en ese tiempo, seguramente una constancia desbordante, para que un día me ofreciese un pequeño papel en una zarzuela. En la gira de ese espectáculo se marchó su ayudante de dirección y entonces me pidió entrar en su equipo de dirección. Desde entonces he estado a su lado. Para mí ha sido una forma de seguir aprendiendo de él como director y como actor. Trabajar con José Carlos es un aprendizaje continuo y es de las personas que si me dice “ven”, “lo dejo todo” cómo dice la canción, ya sea como ayudante o como meritorio o para llevar cafés. Quedan pocos maestros y él es uno de ellos.
Siempre tendré la sensación de que él me ha aportado a mí mucho más que yo a él.
De él he aprendido el amor al texto, una técnica como actor y una visión y una forma de trabajo con rigor y compromiso como director. En cada montaje he intentado devolver ese aprendizaje con mi trabajo y compromiso, aportando mi granito de arena, y creo haberlo conseguido según él relata en su recién publicado libro “Haz”.
Y el teatro, ¿cómo te ha transformado?
Para mí el teatro lo ha sido y lo es todo. Ha cambiado mi forma de ver la vida, mi forma de entender la sociedad y, sobre todo, me ha demostrado ser una potente herramienta de transformación social.
Nos despedimos recordando que “Canciones de amor, de desamor y de piratas” podrá disfrutarse los días 27 y 28 en el Festival de Almagro y ojalá que tengamos la suerte de que siga girando por más lugares.
Muchas gracias por tu tiempo Jorge.
