Una de las mejores actrices de nuestro país recibirá este año el Premio honorífico del Festival de Málaga, Maribel Verdú, La Verdú (como con cariño se le conoce) es la gran elegida para recibir el máximo galardón el próximo mes de marzo.
Nuestra premiada lleva casi treinta años en la profesión y teniendo en cuenta que tiene 43 años de edad, podemos decir que es todo un logro, sobre todo en los tiempos que corren. Maribel Verdú es una de las mejores actrices de su generación y sobre todo es un referente del cine español, no hay nadie que no sepa quien es y por supuesto, seguro que tampoco hay nadie que no haya visto alguno de sus trabajos.
Pero empecemos por el principio, porque su carrera empezó a los ocho años cuando dirigió la obra Los Habladores, una obra de su colegio, ahí Maribel ya prometía, aunque ella no sabía todavía lo que quería ser de mayor. A los once años dudaba entre ser o profesora de historia o corredora de rallyes, pero nunca actriz… Pero llego el momento, y es que según cuenta ella misma, una tarde mientras tomaba una manzanilla para calmar sus tan constantes dolores de estómago debido al atracón de chuches que siempre se daba, aparecieron en el bar Jaime Fernández y Fernando Bauluz y todo comenzó… Le ofrecieron presentarse a un casting para ser actriz y obtener un papel como hermana de Victoria Abril para una película de Vicente Aranda titulada ‘El crimen del Capitán Sánchez’ y su despegue hacia el mundo del cine ya era oficial. Luego llegaron títulos como ’27 horas’, ‘El año de las luces’ o por supuesto, ‘La estanquera de Vallecas’.
Durante los siguientes tres años siguió trabajando, pero fue en 1991, con Amantes como bien define ella, cuando llegó un antes y un después en su vida y en su profesión. Junto a Jorge Sanz y de nuevo bajo la dirección de Vicente Aranda, es donde su madurez interpretativa salió a flote y se consagró en el panorama cinematográfico nacional. Un año después, le tocó cruzar el charco para celebrar el éxito de ‘Belle Epoque’ que consiguió el ‘Oscar a Mejor Película Extranjera y de la que guarda un bonito recuerdo, al igual que le pasa con ‘La buena estrella‘, de su querido Ricardo Franco y en donde volvió a compartir cartel con otro de sus mejores amigos como es Antonio Resines.
Pero unos años antes, en 1994, Maribel, volvió a la televisión para protagonizar la serie ‘Canguros’, trabajo por el que ganó el Fotogramas de Plata a Mejor Actriz. No volvería a la pequeña pantalla hasta finales de los noventa con ‘Ellas son así‘, serie con gran reparto pero que por desgracia no se mantuvo más de un año en antena.
En el 2001 llegó otra de sus películas de referencia, bajo las órdenes de Alfonso Cuarón se marchó a México para rodar ‘Y tu mamá también’ película de éxito internacional que volvió a destacar las dotes interpretativas de nuestra protagonista de hoy. Pero es a partir de aquí cuando llegaron los años más difíciles para mi querida Maribel, porque aunque parecía que los papeles en el cine se habían agotado, ella se mantuvo fuerte e intercaló proyectos televisivos como ‘Código fuego’ con su vuelta a los escenarios con las obras ‘Amistades Peligrosas’ o ‘Por amor al arte’.
Y con Guillermo del Toro en el 2006 llegó el renacer, este año llegó el tan ansiado papel para el que se había reservado. El director mexicano le ofreció un guión y ella tras pasar toda la noche leyendo, no pudo esperarse y a primera hora de la mañana se puso en contacto con Guillermo para aceptar este papel tan especial. ‘El Laberinto del Fauno’ supuso un regreso de alguien que nunca debió «irse», llegó el fin de una pausa que nunca debió haber llegado. La co-producción mexicano-española nos ofreció una Maribel fuerte, de gran carácter pero con un miedo en los ojos capaz de encogernos el corazón. Nuestra actriz nos ofrece unos primeros planos sobrecogedores y demuestra que ha nacido para interpretar. Su papel de Mercedes le valió el Premio Ariel a Mejor Actriz, y las nominaciones a los Fotogramas de Plata, al Premio Unión de Actores, al Ondas, y por supuesto, también supuso su cuarta nominación a los Premios Goya.
Maribel Verdú había vuelto y el mundo lo celebraba, sobre todo Gracia Querejeta que la fichó para su cinta ‘Siete Mesas de Billar Francés’. Junto a Blanca Portillo, protagonizó, no sólo otra de mis cintas favoritas, si no uno de los duelos interpretativos de más alto nivel que se han visto en los últimos años. Su discusión en el restaurante frente a Portillo es una de las mejores escenas que yo he visto en el cine. Y todo esto tiene su merecida recompensa, por fin, su amigo José Coronado es el encargado de entregarle su primer Goya como Mejor Actriz, un galardón para el que siempre estaba nominada, pero que se hacía esperar.
‘Los girasoles ciegos’, ‘Oviedo Exprés’ o ‘Gente de Mala Calidad’ fueron sus siguientes trabajos en la pantalla grande, pero como ya he dicho antes, Maribel había vuelto a lo grande y también volvió a subirse a los escenarios para representar la maravillosa obra, ‘Un Dios Salvaje’, un éxito de crítica y de público con la que se mantuvo en cartel durante dos años.
En 2009 estrenó su trabajo quizás más internacional, Francis Ford Coppola se puso en contacto con ella y la fichó para su película ‘Tetro’, una de las cintas más complejas del director estadounidense. Una película en blanco y negro, rodada en inglés y en la que Maribel Verdú tomó la gran iniciativa de negarse a doblarse a sí misma para intentar de esta manera, hacer llegar el cine en Versión Original a los espectadores, y así, quien quisiera disfrutar de La Verdú, tendría que hacerlo en la versión original.
Un año después rodó un documental experimental y sin diálogos titulado ‘1395 días sin rojo’. Un trabajo que se estrenó en el Festival de Locarno y donde no ha sido estrenado en salas, sólo en algunos museos contemporáneos. Bajo la Banda Sonora de «Patética»de Chaikovski nos lleva a Sarajevo para narrarnos la historia de una mujer que deambuló por las calles de la ciudad mientras luchaba para salvar su vida del acecho de los francotiradores.
Y llegando a la recta final, en el 2011 estrenó en el cine ‘De tu ventana a la mía’ de la directora Paula Ortiz, y un año más tarde, Maribel volvió a los escenarios para representar la divertida comedia (y con la que disfruté muchísimo) ‘El tipo de la tumba de al lado’ de nuevo junto a Antonio Molero y bajo la dirección de Josep Maria Pou, además de la cinta de suspense ‘Fin’.
Un año más tarde, su interpretación de la malvada madrastra en la original versión de Blancanieves de Pablo Berger, le supuso su segundo Goya como Mejor Actriz y un nuevo aluvión de Premios, reconocimientos y nominaciones.
Estos últimos meses ha estrenado ‘Gente en Sitios‘ de Juan Cavestany y ’15 años y un día’ de nuevo bajo las órdenes de Gracia Querejeta y con la que ha vuelto a conseguir una nueva nominación a los Premios Goya, esta vez como Mejor Actriz de Reparto. Además todavía se le puede disfrutar sobre los escenarios con la obra ‘Los Hijos de Kennedy’, interpretando uno de esos papeles que sólo puede hacerlos ella, y es que a Maribel Verdú hay que verla al menos una vez en directo, hay que verla a pocos metros para terminar de creerse ese enorme talento que tiene.
Enamorada de los pingüinos, defensora del correo clásico y partidaria de la aniquilación de los madrugones, Maribel Verdú ya forma parte de la historia del cine español. Una actriz con una docena de obras teatrales a sus espaldas, con una decena de nominaciones a los Premios Goya y con más de veinte premios nacionales e internacionales en su curriculum. Ella no quiere irse a Hollywood, ella sueña con trabajar con Campanella y con Rodrigo García. Ella es Maribel Verdú, una actriz única e irrepetible.
Muchas Felicidades Maribel por toda esta carrera que te has forjado, felicidades por este nuevo reconocimiento y mil gracias por darnos tanto con tus trabajos y por la amabilidad que me muestras en cada encuentro.