Teatro: JOHNNY CHICO

Johnny Chico

Anoche pude disfrutar en el Teatre Talia de Valencia, de una de esas funciones que llevaba años esperando. ¿Años? Sí, sí. Años. Porque desde su preestreno en 2019 se convirtió en una de esas obras que se me metieron en la cabeza que tenía que ver, aunque más que en la cabeza, creo que se me metió en el corazón…

Sea como fuere, ayer por fin asistí en directo a una de las representaciones de Johnny Chico, la obra basada en el texto de Stephen House y que bajo la dirección de Eduard Costa, nos presenta a Víctor Palmero como su absoluto protagonista. Aunque estoy pensando que quizás debería escribir esto último en mayúsculas. PROTAGONISTA. Sí, mejor. Porque lo que hace el actor durante los ochenta minutos que dura la función, es de aplaudir hasta que te duelan las manos…

Johnny Chico es el primer proyecto de la compañía Moriarty&Holmes, y entre todas las preguntas que nos plantea a lo largo del texto, hay una que podría considerarse como la premisa básica: «¿Es posible hacer coincidir lo que eres por fuera con lo que eres por dentro?». Y eso es lo que tratará de descubrir su protagonista a lo largo de todo su increíble y convulso viaje. Un viaje lleno de subidas y bajadas, en donde ese equilibrio tan necesario entre la comedia y el drama se encuentran a través de una conexión perfecta.

Y para todo ello, Víctor se deja el cuerpo y hasta el alma sobre las tablas, porque con tan solo apenas treinta segundos de descanso a lo largo de todo el espectáculo, es capaz no solo de dar vida a este joven que se encuentra perdido en un mundo que no entiende, sino también al resto de los personajes que le rodean. Todo ello a través de un ritmo frenético con una escenografía de Luis Crespo que nos teletransportan en todo momento a sus diferentes vivencias y que provocan que desconectar no sea una opción para los allí presentes.

Johnny Chico es una de esas obras en donde su personaje te habla a ti, solo a ti. No hay nadie más en el patio de butacas, solos él y tú. Porque Johnny quiere contarnos su historia, una historia dura pero necesaria de ser narrada. Sí, Johnny quiere que le entendamos, y para ello poco a poco va quitándose las mil y una capas que le envuelven y así intentar dejarse ver a pesar de todo el miedo que le envuelve, y eso que nadie debería tener miedo de sentir y mucho menos de amar… Por eso esta obra es tan necesaria de seguir representándose años después de su estreno, porque Johnny y Víctor se desnudan frente a nosotros en el sentido más literal de la palabra, mientras vuelven a atravesar nuestra alma con otra de sus frases: «Quiero más de lo que esta vida me da».  Sí. Johnny solo quiere ser y nadie, absolutamente nadie debería impedírselo ni a él, ni a ninguna otra persona. Sí. Nadie deberíamos tener miedo, y mucho menos, ninguna persona debería provocarnos tener miedo.

Y aunque podría seguir hablando mucho más de este espectáculo o de su personaje al que su propio protagonista define como: «Un personaje lleno de aristas», creo que una vez más, prefiero ahorrármelo y que lo vivías en directo descubriendo el increíble talento interpretativo que envuelve a Víctor Palmero en este montaje.

La obra todavía puede disfrutarse en Valencia en donde permanecerá en el Teatre Talia  hasta el próximo jueves 16 de marzo ante de continuar con su recorrido por el resto de ciudades.

Una respuesta

  1. Bei 13 marzo, 2023

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