Yolanda Ramos cierra su breve estancia en Barcelona con un público agradecido que pone de Banda Sonora sus carcajadas en el Teatro Capitol. 8 únicas funciones de ‘La Cavernícola’ han puesto en pie a los asistentes que entre aplausos despidieron a la actriz.
Yolanda Ramos me ha vuelto a conquistar y es que desde que la descubriese en el programa de Antena 3 ‘Homo Zapping’ todavía no me ha defraudado. Tras verla en diferentes trabajos televisivos como ‘7 Vidas’ o recientemente en la pantalla grande con ‘Carmina y Amén’ papel por el que además estuvo nominada al Goya como mejor actriz revelación y por el que se alzó con la Biznaga de Plata en el Festival de Málaga, es un suma y sigue de don humorístico. Además, tras poderla disfrutar en directo gracias a ‘Confesiones de mujeres de 30’ me di cuenta de que su talento para el humor también se disfrutaba en la distancias cortas.
Ahora, la Ciudad Condal ha tenido la gran suerte de que la actriz catalana ha dejado durante unos días su estancia en la Gran Vía de Madrid para llevar al Club Capitol de Barcelona ‘La Cavernícola’, su monólogo sobre las diferencias entre mujeres y hombres, la vida y sobre como cada persona afronta las situaciones de diversas maneras. Un espectáculo para disfrutarla, para sentirla y para empaparte del don humorístico de Yolanda Ramos en todo su esplendor.
Por todo el mundo es sabido lo difícil que es aguantar un monólogo, pero hacerlo durante 2 horas ya es de nota. Hay que ser entregado, no tener miedo a la improvisación y muy humilde, cualidades que reúne al cien por cien la protagonista de este espectáculo. Ella se deja ver tal cual es, cercana, sencilla y divertida. No hay prisa, no hay tope. Lo que tenga que ser será. Sin miedos ni temores. Ella sabe hacer reír a la perfección.
Una estancia breve pero intensa, así podríamos describir la visita de Yolanda Ramos en la Ciudad Condal. Su ‘cavernícola’ se despide de la ciudad entre risas y aplausos de un público entregado y agradecido que no dudó en ponerse en pie al finalizar uno de los espectáculos. Un público (entre los que me incluyo) que agradece su dedicación, cercanía y espontaneidad. Unos espectadores que pedimos más Yolanda Ramos en el futuro.
