‘Ni Bella ni Bestia’, un musical de Alquimistes Teatre.

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¿Un espectáculo o una lección de superación? Lo cierto es que, la tarde del sábado, me ha ofrecido ambas cosas.

Ni Bella ni Bestia es la primera obra musical que ha presentado Alquimistes Teatre. Una compañía que se ha ganado el título de referente, dentro del teatro con actores discapacitados. Además están de enhorabuena porque, en el 2013, celebran 15 años sobre los escenarios. ¡Muchas felicidades!

Después de haber trabajado obras clásicas, como Romeo y Julieta, adaptada a las modas actuales y al lenguaje coloquial y de haber probado la experiencia de grabar un cortometraje, bajo el título 2+2=5, la compañía se han atrevido, en esta ocasión, con el formato musical, con una versión del cuento infantil La Bella y la Bestia. 

El espectáculo ha sido representado por un total de quince profesionales que han dado el do de pecho durante casi dos horas. Estos jóvenes han conseguido superar las expectativas de sus monitoras, como ellas han afirmado y por eso han decidido que sean ellos los encargados de defender la obra íntegra.

La función ha comenzado con un punto reivindicativo, con varios de los chicos representando una manifestación en contra de los recortes porque nunca está de más dar un tirón de orejas a quienes lo merecen.

Las risas han llegado desde el principio, cuando el escenario ha quedado convertido en el pueblo en el que Bella sale a comprar. Sin embargo, el panadero, el pastor y el carpintero del clásico de Disney han sido sustituidos por una gitana que ha vendido ropa interior, el joven del top manta, que ha regateado con sus cientes los precios de las gafas de sol, o la mujer que ha ofrecido el cupón de la Once.

El malo del cuento, por el que todas las jóvenes suspiran menos Bella, ha sido, ni más ni menos, que Elvis, con su mítico traje blanco, de pantalón campana y su tupé. Unos turistas mexicanos han paseado acompañados por dos jóvenes raperos, que les han enseñado la cultura del botellón y no han faltado, en este peculiar pueblo, un par de flamencas bailando sobre un tablao.

El castillo de la Bestia se ha llenado de utensilios, como un armario, una lámpara o un reloj, que han cantado y han bailado perfectamente caracterizados. Y, como en todo buen cuento, hemos tenido un bonito final feliz.

Además de adaptar las obras a las modas actuales esta compañía se caracteriza por el toque de humor con el que envuelven todas sus representaciones, muy de agradecer en estos tiempos que corren.

Alquimistes Teatre ha presentado este musical en varios colegios. Para las monitoras y para los actores ha sido un paso importante, que les ha dado la oportunidad de acercar la función a un público nuevo y de romper con muchas de las barreras que nos creamos cuando no sabemos cómo tratar a personas tan especiales, como los protagonistas de Ni Bella ni Bestia.

Estos chicos han logrado transformar lo difícil en sencillo, han salido al escenario con total naturalidad y con una tranquilidad que me ha parecido asombrosa. En este espectáculo han dado un pasito más y han sido capaces de memorizar hasta tres personajes, se han aprendido las letras de las canciones para poder hacer ‘playback’, aunque la emoción les hacía cantar en alto. Pero, más sorprendente aún, han sabido improvisar, si las circunstancias lo han requerido. Sin embargo, los que hemos estado disfrutando desde el patio de butacas, no nos hemos percatado de ninguno de estos pequeños olvidos.

Al terminar la función me he acercado al camerino para dar la enhorabuena a todas las personas que trabajan por esta compañía, familiares incluidos. Y, me he encontrado con una bonita escena, en la que los chicos se han abrazado mientras que, algunos de ellos, lloraban de la emoción.

Ha sido la primera vez que he acudido a un espectáculo de este tipo y, desde luego, lo recomiendo porque me ha parecido increíble el trabajo que han realizado todos estos jóvenes. Como he afirmado al comienzo, son un claro ejemplo de superación.

Una respuesta

  1. Alquimistes Teatre 8 mayo, 2012