Estoy en el BARTS, recojo ansiosa mis entradas y entro en recibidor. Hay unas hojas para que escribamos nuestras preguntas a Gomaespuma, preguntas que serán escogidas al azar en una de las partes del espectáculo. Yo muy obedientemente, realizo el ritual correspondiente, escribo mi pregunta y la meto en la urna.
Ya más relajada, accedo y me siento en el patio de butacas, espero que pasen los minutos mientras escucho el hilo musical tan peculiar que suena en el teatro. Unas canciones que sólo podían atreverse a poner Gomaespuma. Y ya me pongo a pensar… si todavía no han salido a escena y ya me estoy riendo, sé que lo que se avecina promete. Son las 22.05, el teatro se apaga y una voz anuncia el comienzo del espectáculo. Juan Luís y Guillermo salen a escena, esto comienza.
El espectáculo de Nadie Sabe Nada, está divido en varias partes, todas basadas en la improvisación. La primera y quizás la más amplia, consta de historias tanto personales como profesionales que ambos protagonistas nos cuentan. Esta parte es para mí quizás la más divertida. Nos cuentan numerosas anécdotas a cual más peculiar, viajes al extranjero, experiencias cercanas a la muerte… Siempre contadas en tono de humor y en donde la improvisación se hace patente, demostrando que es un espectáculo verdadero.
Tras una hora exacta, la misma en voz en off suena por los altavoces y anuncia que una nueva parte debe dar comienzo, aprovecha para meterse un poco con los protagonistas de esta noche. Esta vez, Guillermo y Juan Luis tiene que comentarnos las noticias más destacadas que han salido en la prensa. Numerosos personajes públicos son víctimas de sus bromas, da igual que sean Obama o Merkel, aquí nadie se escapa. Esta parte es muy divertida, y puede que quizás se me quedase más corta porque me río mucho. Lo bueno que tiene Gomaespuma es que te hacen reír tanto con bromas buenas como con las malas, porque al ser un espectáculo de improvisación, cuando ellos mismos ven que quizás la broma no es la acertada, son conscientes de su error y le dan la vuelta, provocando aún más risas a todos los asistentes.
Ya ha pasado casi una hora y media de función, la tercera parte comienza, presentan al gran Chicuelo que forma parte de esta sección, y junto a su talento a la hora de tocar la guitarra, comienza la ronda musical.
Eligiendo temas al azar tanto por su parte, como con la participación del público, de forma intercalada, Guillermo y Juan Luis se marcan diferentes canciones a ritmo flamenco, con un improvisado cuerpo de baile elegido entre el público. Guillermo más suelto le toma ventaja a Juan Luís, aunque el resultado final queda en tablas.
Y por desgracia llegamos a la última parte, los protagonistas cogen la urna de preguntas y empiezan a responderla. Juan Luís no ve sin gafas, y mira que le pone empeño, pero ni una puedo leer. La risas son constantes durante todo el tiempo. No paramos de reír.
El espectáculo ha llegado a su fin, el patio de butacas a rebosar se pone en pie para aplaudirlos. Estoy muy contenta, no sólo porque ha sido una semana especial junto a ellos, si no porque además, gracias a ellos, mi día feo ha desaparecido durante dos horas. Os contaré como detalle personal, que me crié escuchándolos en la radio, mis padres son asiduos de las ondas y los escuché juntos a ellos bastante tiempo. Y esta noche, unos cuantos años después puedo quitarme la espinita de poder haberlos podido disfrutar en persona.
Que maravilla, que bonito que dos personas consigan borrar de tu cabeza durante unos minutos esos malos momentos del día, esos problemas que rondan tu cabeza. Cuanto hay que agradecer a esta pareja de profesionales, que se dedican a provocar la risa como lo hacen, con esta facilidad y esta constancia con la que la hacen. Gracias por esas dos horas de espectáculo en el que nuestra mente se relaja y sólo se centra en disfrutar y en reír. Gracias Juan Luis y Guillermo por dedicar vuestra vida a informar de la manera en que la hacéis, haciéndonos felices al resto.
Recordad que siguen en el BARTS de Barcelona hasta el 14 de Julio, aprovechad, para pasar un buen rato y disfrutar con ellos dejando a un lado todos los problemas, porque si hay dos profesionales capaces de hacerlo tan fácil, eso son ellos, Gomaespuma, Juan Luis Cano y Guillermo Fesser.
Muchas felicidades por el trabajo tanto a Gomaespuma, como a Buenafuente y a todo su equipo.
