LA VIDA POR DELANTE

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Aprovecho el reconocimiento que le acaba de hacer la revista «Fotogramas» a Concha Velasco, otorgandole el premio de este año a la mejor actriz de teatro, para hablaros de su última obra, «La Vida Por Delante».

«La Vida Por Delante» narra la vida de Madame Rosa (Concha Velasco) una ex prostituta judía de 69 años y superviviente de Auschwitz, la cual se encarga de acoger a aquellos niños que no pudieron ser cuidados por sus demás compañeras de profesión.

La historia se centra en la relación entre Madame Rosa (Concha Velasco) y Momo ( Rubén de Eguia), el último niño que tiene a su cuidado y cómo ella le engaña sobre su edad para poder quedarse con él todo el tiempo que lo necesite. Enfrentándose juntos a todos los problemas que van surgiendo, acompañandose y acompañandonos en esta trayectoria difícil para ambos personajes, los cuales quieren permanecer unidos hasta el final del camino.

La obra, dura a a veces, toca temas dificiles como son el respeto entre las religiónes, la eutanasia o el miedo a la soledad. Pero nos enseña sobre todo a respetarnos unos a otros.

Concha Velasco con esta obra dice adiós a los escenarios que tanta alegría le han dado, pero dice adiós a lo grande, como sólo unas pocas personas pueden hacerlo, con una maestría y un saber estar digno de pocas.

De todos es sabido, el enorme talento que tiene un actriz con tanta trayectoria y tanta profesionalidad como es Concha Velasco, por ello, no querría centrarme unicamente en esta grandisima actriz, también, me gustaria destacar lo sorprendida que me dejo el otro actor protagonista, quizás injustamente menos reconocido por la critica, como es Rubén de Eguia.

Rubén representa de manera extraordinaria a Momo, un personaje difícil de interpretar, no sólo por el acento, sino porque es un personaje mas complejo de lo que parece a simple vista. Pero consigue emocionarte desde el primer momento, te invita a que crezcas con él durante toda la función, y quizás lo más importante, hace que creas en él.

Por todo ello, sólo me salen palabras de elogio ante tal representación y ante tales actores. Me quedo con la pena, de que Concha Velasco, diga adiós a los escenarios, pero con la alegría de poder haberla visto en su despedida, y de haber descubierto a un actor como Rubén de Eguia.

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