En el teatro: ‘Esperando a Godot’

Cuando la espera se convierte en tu forma de vivir.

Esperando a Godot_Review

La pasada semana, el Teatro Lope de Vega de Sevilla colgó el cartel de «Localidades agotadas» en alguna de sus funciones. ¿El motivo? el montaje ‘Esperando a Godot’ llegaba a la capital andaluza y conseguía llenar uno de sus teatros más simbólicos con un público tan deseoso por disfrutarles, que creaba una cola vista pocas veces al inicio de sus sesiones.

Pero Samuel Beckett no es un autor fácil, o al menos así lo catalogan quienes conocen su obra, y prueba de ello es ‘Esperando a Godot’, un montaje no apto para todos los públicos pero muy valorado para aquellos que sí logran entenderlo.

Bajo la dirección de Antonio Simón y como plato fuerte de este espectáculo, tenemos a su elenco y a sus dos protagonistas, Pepe Viyuela (‘Matadero’) y mi admirado Alberto Jiménez (‘El Ángel exterminador’), dos intérpretes que hacen un trabajo notable durante las dos horas que dura la obra. Ambos componen un tándem lleno de química y equilibro, algo que consigue llevar por buen camino la dificultad del texto y que deja constatar el abanico interpretativo de ambos actores. Ese abanico en donde lo mismo nos hacen reír, que nos provocan la más profunda de las reflexiones. Algo de aplaudir y de valorar.

Por otro lado, tenemos a Juan Díaz (‘La caza. Monteperdido’), quien a pesar de tener poco diálogo en el montaje, hace un esfuerzo físico y mental para tener en cuenta. Y  junto a él Fernando Albizu (‘Amar es para siempre’) otro actor que nunca defrauda y que a mi personalmente, desde que le descubrí en ‘Gordos’, siempre me da tranquilidad verle en escena porque sé que va a cumplir con mis expectativas. Y de manera más puntual pero no por ello menos importante, tenemos a Jesús Lavi para dar algo de aire fresco a la función.

Y es que esta obra de Beckett puede ser entendida de diversas maneras o puede ser no entendida. Puede ser tomada como una comedia o como un tratado sobre la humanidad. Yo me dejo guiar porque es una obra que intenta mostrarnos como dejamos que pase la vida mientras no hacemos nada, solo inventamos excusas para vivir sin realmente llevar nada de valor a cabo. Pero esa es mi opinión y quizás, no tenga nada que ver con la mayoría de los allí presentes. Pero quizás también ese es el encanto de ‘Esperando a Godot’ que nadie que la vea queda indiferente ante ella, y por lo tanto, las versiones y los sentimientos que provoca pueden ser muy variables.