La semana pasada el Palacio de Congresos y Exposiciones de Sevilla (FIBES) se llenaba durante cinco noches para disfrutar de una de los musicales más aclamados de los últimos años. ‘El Guardaespaldas’ aterrizaba en la ciudad hispalense y con él, la ilusión de muchos por vivir en directo, una de las adaptaciones preferidas por el público.
El miércoles, todo el equipo, Chanel Terreno, Octavi Pujades, Khaoula Bouchkhi, Mirela Cabero, Alberto Cañas y el resto de la compañía, llegaban con la mismo ilusión que el público andaluz, que desde el primer día se volcó con la llegada de este esperado espectáculo. Prueba de ello, era por ejemplo la noche del sábado, cuando tuve la suerte de poder acudir, y en donde nada más llegar a los alrededores, ya podías ver tanto la llegada sin cesar de espectadores como la ilusión por todos los allí presentes.
El otro día me contaba Pepe Ocio que cuando él como actor sabe que ese día tiene función todo le va mejor. Lo que quizás no saben muchos intérpretes y directores, es que para nosotros, los espectadores, nuestro día acaba mucho mejor cuando salimos de verles sobre el escenario, y eso es lo que me pasó la noche del sábado cuando acudí a ver ‘El Guardaespaldas. El Musical’.
No llevaba unos buenos días a mi espaldas, y el sábado era uno de esos días en que lo único que quería es irme a casa al salir de trabajar. Pero que bien que no lo hice. No solo por mi, también por mi hermana. Ambas en nuestras butacas mirábamos atónitas lo que sucedía delante de nuestros ojos. Ella me apretaba el brazo cada vez que una de sus protagonistas ponía a prueba sus dotes musicales. – «Que fuerte»! – me decía cada dos por tres. Yo obviamente, le daba la razón. Era asombroso lo que estas dos artistas estaban haciendo. Pero no solo era increíble verlas sobre el escenario con ese talento que deja sin palabras, también yo misma en mis propias carnes estaba viviendo algo mágico, mi tristeza se había pausado durante unos minutos. Y eso solo lo consigue la magia del teatro y sus protagonistas.
Y es que, las voces de sus protagonistas, Mirela Cabero y Khaoula Bouchkhi, quienes dan vida a Nikki y Rachel Marron respectivamente y lo que ellas consiguen vocalmente hablando, es algo que realmente no sé como explicarlo. Siendo sincera durante sus actuaciones, había momentos en qué pensaba: «Es imposible que lo consigan». Y ahí, una vez tras otra, no paraba de equivocarme. Siempre llegaban y siempre sorprendían.
‘El Guardaespaldas’ no es un espectáculo solo para los amantes de los musicales, os lo dice una persona que nada más sentarse en su butaca, intentó hacer un repaso mental por los musicales a los que había ido, y se dio cuenta que no llenaba ni los dedos de una mano. Por eso creo que es un montaje para todo tipo de públicos, para quienes han visto la película, como para los que van en blanco, para quienes disfrutan con números musicales como para los que son más de teatro puro. Este espectáculo te traslada, te sorprende y te hace moverte en tu butaca, y lo más importante de todo, lo hace con respeto, con talento y con mucho corazón.
La escenografía a cargo de Gabriel Moreschi es de las más espectaculares que he visto nunca, eso sumado a las diferentes coreografías y el juego de luces, hace que nos estemos trasladando continuamente de escenario sin pestañear ni perdemos en el viaje. Un acierto teniendo en cuenta la duración del musical, que con ese intermedio a la mitad, consigue relajarnos y que no perdamos las ganas por continuar la historia. Además, si a eso le sumas el resto del elenco, quienes también consigue darle el toque de humor correspondiente, la combinación es de ya de nota.
Y por todo esto, más de 3.000 personas se pusieron en pie para despedirles el sábado y estoy segura que en el resto de las funciones también.
Ahora, ‘El Guardaespaldas’ y todo su gran equipo, continúa la gira por el resto de ciudades españolas y como siempre os digo, yo desde las redes, intentaré manteneros informados de todo.
** Fotografía: Daniel Pérez**
