Querido Christian:
Te descubrí cuando presentabas ‘Desesperado Club Social’, sinceramente no recuerdo tu faceta previa como actor en ‘Al salir de Clase’ o ‘Médico de familia’ y siendo fiel a la verdad, desgraciadamente, después de verte en el programa matinal de Antena 3, te perdí la pista. Recuerdo muy brevemente tus reportajes en ‘Caiga Quien Caiga’ pero poco más. Hasta que llegó ‘Pasapalabra’ y ahí todo cambió. El programa que llegaba renovado a Telecinco era uno de mis favoritos y ver, que aquel joven presentador que años atrás me había conquistado era su nuevo conductor, no hizo más que dejarme hipnotizada delante del televisor cada tarde.
Desde entonces, cada día, a las 20:00h mi madre y yo nos sentábamos en el sofá dispuestas a disfrutar del programa que hacía que yo admirase más y más a ese presentador que apostaba por la multidisciplina y siempre deseaba éxito y no suerte (ya que ésta era para los mediocres) a todo aquel que perseguía un sueño. Más tarde, en una época de desconcierto laboral y personal, llegó a mis manos ‘Tienes talento: Descubre cómo sacar lo mejor de ti mismo de la mano de Leonardo da Vinci’ (2013). Tu libro al estilo coaching me dio herramientas para creer en mi misma y enfrentarme al mundo con más seguridad, dejando la prudencia a un lado. Esa que a veces hace más daño de lo que pensamos. Aquella a la que no pasa nada si apartas en ciertas ocasiones.
Mi admiración y respeto por ti crecía con cada nuevo trabajo que te descubría y con cada nueva tarde que disfrutábamos viendo ‘Pasapalabra’, una cita obligada en mi casa. De pronto llegó la primera parte de tus Crónicas del Renacimiento, ‘Matar a Leonardo da Vinci’ (2014) y por fin mi pasión por esta época histórica resurgía. Una obra que nos regalaste tras tus cinco años de investigación y donde descubríamos la figura del artista florentino a través de un thriller donde mezclabas el arte y la venganza. Justo aquí, viví una de las experiencias más bonitas que me ha regalado este blog: poder conversar contigo sobre tu nueva aventura. Una plática llena de aprendizaje, de esas que no quieres que se acaben y en donde conocí a una persona que realmente trabaja con pasión, que respeta a todo el mundo y que te hace ver que todo lo que sueñes, puede llegar a cumplirse siempre que le pongas pasión y perseverancia. Pero sobre todo, seguiste demostrando que la polimatía es necesaria y que nunca debe ser un handicap a la hora de presentarnos laboralmente ante nadie.
Poco después, llegó a mis manos, mi esperado ‘Rezar por Miguel Ángel‘ (2016), uno de mis libros favoritos de cabecera y que no hizo más que confirmar el talento como escritor de uno de los presentadores más valorados de la televisión. Un profesional que acumula diversos premios como la Antena de Oro (2011), el Men’s Health Hombre del Año como Mejor Comunicador de Entretenimiento (2013), el Premio Internacional Laurel Platinum al Mejor Periodista Nacional (2014) o el Premio Iris al Mejor Presentador de programas de televisión (2017) entre muchos otros.
Un año después nos presentaste en la Biblioteca Nacional tu investigación ‘Leonardo da Vinci: cara a cara’, un nuevo trabajo que te valió el reconocimiento internacional y el poder entrar en el círculo de confianza de los eruditos de Leonardo da Vinci como son Martin Kemp, Nicola Barbatelli, Ross King, Direttore Alessandro Vezzosi, Mario Taddei y Carlo Vecce. Además, el verano de ese mismo año, repetiste la experiencia, presentándolo en el Instituto J. Craig Venter de California (Estados Unidos). Un nuevo escalón que te consolidaba como uno de los profesionales más apasionados, constantes y formados de nuestra época y por lo que nuevamente todos debemos felicitarte y aplaudirte.
Posteriormente, tú, mi mayor ejemplo de la multidisciplina, fuiste invitado al congreso internacional del Proyecto ADN Leonardo en donde ofreciste tus estudios sobre la viabilidad de la exhumación del cadáver del genio italiano, con el objetivo de completar un perfil genético que fuera lo suficientemente extenso como para poder encontrar el origen de, entre otras cosas, sus habilidades o características faciales. Y te convertiste además en miembro del Proyecto ADN Leonardo, del ICOM España (Consejo Internacional de Museos), de la Asociación Española de Museólogos y de la AAM (American Alliance if Museums). Aquí hago un pequeño parón para preguntarte si tú eres consciente de cuánto nos impacta al resto del mundo ver todo lo que estás consiguiendo…
Este mismo año, hace apenas un mes, llegaba a las librerías otro de tus grandes y esperados trabajos, ‘Gioconda descodificada’ un libro dedicado a la figura de la mujer en el Renacimiento a través de uno de los cuadros más famosos de la historia. Y ahora, hace una semana, has cumplido otro de tus sueños coincidiendo con el V Centenario de la muerte de Leonardo da Vinci, presentando en Madrid la exposición de la que eres comisario, titulada: ‘Leonardo da Vinci. Los rostros del Genio’. Un proyecto que debido a su increíble magnitud lo vamos a poder disfrutar a través de dos sedes: en la Biblioteca Nacional y en el Palacio de las Alhajas hasta el 19 de Mayo del 2019.
Y mientras espero con ilusión la tercera parte de tu trilogía sobre las ‘Crónicas del Renacimiento’ y cuadro fechas para poder acudir a Madrid a disfrutar de tan increíble trabajo, te escribo esta carta para darte las gracias por demostrar que el entretenimiento y la cultura pueden ir siempre de la mano. Que la multidisciplina es algo que admirar, no algo que criticar, pero sobre todo, te quiero dar las gracias mientras comparto mi admiración por ti con todos los lectores de este blog, para darte las gracias por ser un ejemplo del respeto, la inquietud y la pasión. Virtudes que el ser humano debe tener siempre por bandera y las cuales en ti salen a flote con cada trabajo que nos regalas y con cada tarde que nos entretienes.
Porque al igual que tú admiras a Leonardo, ese genio que te cautivó. Yo, admiro a quienes luchan por sus sueños y animan a los demás a hacer lo mismo, aquellos quienes nos hacen confiar en nosotros mismos y en nuestra capacidad de lucha, los que llevan la amabilidad por bandera y el respeto hacia los demás como principal característica. Los autodidactas, los inquietos, quienes aman lo que hacen y crecen ante las adversidades, y por todo eso, hoy, Christian, públicamente te digo cuanto te admiro y te doy las gracias por sin tú saberlo, ser para mi, un referente de persona y profesional.
