34 Edición de los Premios Goya: La Gala

'La película de Pedro Almodóvar gana en las categorías principales y Belén Cuesta se alza por fin con su merecido premio'

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Anoche el Palacio de Deportes José María Martín Carpena de Málaga acogió la 34 Edición de los Premios Goya, la gran fiesta del cine español que por segundo año consecutivo tuvo a Andreu Buenafuente y Silvia Abril como maestros de ceremonias y en donde por fin, Antonio Banderas tuvo su tan esperado Premio Goya a Mejor Actor Principal y Belén Cuesta obtuvo el reconocimiento que tanto pedíamos a gritos.

La noche de los Goya es una de mis noches favoritas del año, sí, puede que a muchos les parezca aburridas y otros la aprovechen como el mejor momento del año para criticar nuestra cultura, pero para mi significa mucho, no por la dinámica de la gala en si, que dependiendo de la edición puede ser mejorable, sino por lo significativo de la misma.

Porque soy feliz de ver como poco a poco nuestro cine va adquiriendo su lugar. Porque cada año que pasa deja de ser un estilo para convertirse en un nombre propio, con sus luces y sus sombras, pero como el de cualquier otro país. Me gusta ver como por fin, las salas se llenan para ver películas españolas, ya sean las comerciales, thrillers o aquellas más innovadoras. Y aunque todavía nos queda mucho camino por delante, como conseguir que no tengamos que ir corriendo la primera semana del estreno para no tentar a la suerte y que nos la quiten rápidamente de la cartelera, o como enfrentarnos continuamente a la frase de: «No, a mi es que el cine español no me gusta». Creo que por fin, llegará ese momento en que seamos conscientes de que tenemos películas malas y películas buenas, y que el cine español no es un género en si, pero que hay que descubrirlo a fondo y disfrutar de todos esos profesionales que se dejan la piel y el sueldo en sacar adelante proyectos que en nuestras circunstancias no son tan fáciles. Éxitos que al abrir la mente, disfrutaremos mucho.

Y dicho esto, comentemos un poco la gala de ayer que me dejó más bien fría. Y eso que no comenzamos mal, porque a pesar de hacerlo con un número musical, en él se hizo un bonito repaso por la historia de nuestro cine, desde los éxitos más taquilleros a aquellas películas que marcaron una época, sin olvidarse de los clásicos que siempre merecerán un visitando extra.

El primer premio de la noche fue quizás uno de los más emotivos, Benedicta Sánchez se ganaba el Goya a Mejor Actriz Revelación por su papel en la película gallega ‘O que arde’ de Óliver Laxe. La actriz de 84 años nos regaló uno de los momentos más bonitos de la noche y en donde pudimos escuchar frases para el recuerdo, al igual que lo es su personaje en la cinta.

Posteriormente la gala continuó sin mucho más ritmo, actuaciones musicales por parte de Pablo Alborán versionando el tema de la recomendable película ‘Sobreviviré’, Jaime Cullum, encargado de poner música a una de las partes más duras de la noche como es el ‘In Memoriam’ y Amaia Romero, homenajeando a Pepa Flores. Además, profesionales de otros medios ajenos al cine como Ona Carbonell, Carles Puyol, James Rhodes, Rosa María Calaf y María Casado fueron los encargados de ir presentando poco a poco las diferentes películas nominadas.

Mariano Barroso, el presidente de la Academia, celebró los éxitos de nuestro cine el paso de año y también dejó claro el palmarés internacional que rodea a nuestros profesionales. No sin recordar antes que también son muchos los intérpretes que no pueden vivir únicamente de esta profesión y que el cine es un cúmulo de la suma de muchos departamentos.

Y entre los ganadores de la noche no hubo muchas sorpresas, Enric Auquer y como muchos esperábamos, ganó el Goya a Mejor Actor Revelación, con el que cierra un palmarés de éxitos más que merecidos. Porque si hay algo claro, es que el actor catalán ha sido uno de los grandes descubrimientos del pasado año. Un intérprete que en cada papel (‘Quien a hierro mata’ en cine y ‘Vida Perfecta’ en televisión) ha dejado claro que su talento interpretativo no es algo puntual. Además, el joven actor, nos brindó uno de los mejores discursos de la noche acabándolo con la frase: «Gracias a todas las antifascistas del mundo».

Otros de mis momentos favoritos fue cuando por fin y tras tres nominaciones, Belén Cuesta tuvo su reconocimiento, su premio a Mejor Actriz Protagonista por su papel en ‘La trinchera’, un rol al que poco nos tiene acostumbrados pero en el que igualmente demuestra que no solo nos sabe hacer reír como pocas intérpretes, sino que también es capaz de emocionar hasta los huesos. Estoy feliz, porque el triunfo de Belén ha sido celebrado por mucha gente y eso suele ser síntoma de que las cosas las está haciendo muy bien. Feliz porque se lo merecía desde hace mucho tiempo.

Julieta Serrano, Eduard Fernández y Antonio Banderas fueron otros de los premiados más aplaudidos de la noche. La veterana actriz subió a recoger su cabezón a Mejor Actriz de Reparto con un palacio de deportes puesto en pie que entre aplausos celebraba el primer Goya de la querida intérprete. Eduard Fernández fue el único premiado que no pudo asistir a la gala pero quien dejó su discurso en manos de su director Alejandro Amenábar. Por su parte, Antonio Banderas, uno de los premios más esperados (en todos los sentidos), dio uno de los discursos más apasionados y emotivos de la noche. Una noche, que era la suya, ya que en casi cuarenta años de carrera y tras cinco nominaciones, por fin conseguía un Goya por una interpretación (en el 2014 ganó el honorífico) y lo hacía en su Málaga natal.

Por otro lado, y cerrando el círculo de ganadores, mi admirado Benito Zambrano brindaba su Goya a Andalucía y a Marisol e Irene Moray, ganadora del premio a Mejor Cortometraje de Ficción por  ‘Suc de Síndria’ reivindicaba de manera contundente y ejemplar los derechos de la mujer.

María Estévez recogió junto a sus hermanas, Celia y Tamara el Goya honorífico a Pepa Flores. Un reconocimiento que nadie discutió y que todo el mundo aplaudió. Un premio unánime para alguien que es historia con mayúsculas de nuestro cine y que 30 años después, sigue cumpliendo su promesa de querer estar (merecidamente) retirada y tranquila.

Como puntos a criticar, me faltó chispa y más presencia de los presentadores, además por supuesto, de sobrarme esos cruces continuados por delante de las cámaras… Y perdonarme, pero personalmente sigo sin entender porque en la gran fiesta del cine español y en donde debería haber más sitio para todos aquellos profesionales que dedican su vida a este mundo, le den publicidad a influencers y famosos que nada tienen que ver con este medio.

Así que en resumen, y teniendo en cuenta que es imposible de reducir una gala a menos tiempo, si es verdad, que para mi faltó algo que quitase la monotonía a la misma y rompiese el ritmo de entregas de un Goya tras otro. Porque mis admirados Buenafuente y Silvia Abril, me dejaron con ganas de más chispa, aunque bien es de celebrar el sketch en solitario de la humorista catalana que reivindicó el papel de la mujer en el cine y en la sociedad,  algo que fue haciendo durante toda la noche Pero sinceramente y con algo de pena confieso que disfruté más el año pasado.

Así que finalizo haciendo balance de palmarés recordando que ‘Dolor y gloria’ de Pedro Almodóvar se hizo con siete galardones de los dieciséis a los que optaba, muy seguida de los cinco de ‘Mientras dure la guerra’ de Alejandro Amenábar que era la que encabezaba la lista con diecisiete nominaciones. ‘La trinchera infinita’ de Jon Garaño, José María Goenaga y Aitor Arregi se quedó con dos, al igual que lo hicieron ‘Intemperie’ de Benito Zambrano y ‘O que arde’ de Óliver Laxe.

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